AYUDA A TU HIJO/A A BUSCAR SU VOCACIÓN

Al elegir una carrera profesional nos enfrentamos con una encrucijada repleta de situaciones complejas. Pareciera ser una situación sencilla pero no lo es.

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Los adultos somos conscientes de la importancia que implica la orientación vocacional debido a que hemos experimentado logros y fracasos. Para los adolescentes no es tan importante está situación hasta que se enfrentan con la decisión de tener que elegir una carrera técnica o profesional. Como padres debemos ayudar a nuestros hijos en este difícil proceso, por esto te compartimos algunos puntos que podrían hacer difícil la elección de carrera en los jóvenes y cómo podemos ayudarlos en esta decisión tan importante.

Uno de los retos al que se enfrentan los jóvenes es tener en sus manos la libertad de elegir, tomar decisiones, y lo hacen sin tomarse el tiempo de reflexionar y pensar en su futura vida laboral. Se informan, en algunas ocasiones, sobre las carreras más populares o en donde se puede tener mayores ingresos económicos, pero es muy raro que se tomen el tiempo para realmente saber en dónde se pudieran insertar laboralmente o si cuentan con el perfil necesario y las habilidades  que se requieren para cierta carrera.

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Por su misma inexperiencia se enfrentan al temor para poder decidir voluntariamente y en ocasiones este temor los paraliza y se encuentran confundidos e incapaces de tomar decisiones. Quien no ejerce su libertad no tendrá necesidad de elegir y corre el riesgo de que los demás decidan por él/ella o se deje influenciar por las opiniones de otros.

Como padres debemos de respetar la opinión y decisión de nuestros hijos, pero al mismo tiempo brindarles las herramientas que pudieran ayudarles a tomar la mejor decisión, es por esto que a continuación se en listan los errores más comunes que comenten los jóvenes en la elección de carrera y te brindamos algunas estrategias para ayudarles en su elección.

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Errores más comunes en la elección de carrera:

Elegir una carrera porque está de moda o por el nombre. 

Algunas carreras se vuelven tendencia por las necesidades del mercado en determinado momento. Es fundamental orientar a nuestros hijos para que esto no sea un motivo en la que se fundamente su decisión.

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Desinformación sobre la oferta educativa.

Es de gran importancia contar con la información de las carreras de interés, qué universidades las ofertan y cuál es el perfil de ingreso y egreso de dicha carrera.

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Escoger una carrera por tradición o presión familiar o social.

Escuchar los consejos y experiencias de otros puede ser de ayuda, pero al mismo tiempo puede presionar a tomar una decisión equivocada. Recuerda que las preferencias, habilidades, competencias y aptitudes de tu hijo pueden ser diferentes a las tuyas.

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Elegir una carrera porque parece más fácil.

Se debe tomar en cuenta qué lo que puede ser sencillo para algunos probablemente sea complicado para otros, por lo que esto no es una opción viable.

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La decisión no es fácil y hay muchos factores que están inmersos en esta decisión por lo que como padres debemos escuchar a nuestros hijos, animarlos a informarse, que conozca sus habilidades competencias e intereses y darle las herramientas necesarias para que tome la mejor decisión y hacerle saber que la aceptaremos incondicionalmente.

Existen instituciones, como SEPIMEX, con profesionales dedicados a hacer evaluaciones de Orientación Vocacional para que los jóvenes conozcan sus intereses, habilidades, competencias y actitudes por medio de la aplicación de pruebas psicológicas que ayudarán en este proceso.

En SEPIMEX T-ORIENTA, contamos con paquetes de orientación vocacional. Acércate, somos la mejor opción.

Elaborado por:
M. en C. Rocío Berenice De La Huerta Huerta
Terapeuta Cognitivo-Conductual
rocio@sepimex.com.mx

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Referencias

● Hernández, O. R. (2009). Elección de Carrera. El desafío del siglo: la orientación profesional. México: Limusa
● Sánchez, G. M. (2021). Orientación para el desarrollo profesional. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

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AUTOAFIRMACIONES PARA NIÑOS

Cómo  podemos mejorar el bienestar de los niños todos los días

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«No puedo hacer la tarea»
«Soy un tonto»
«Nunca me salen las cosas»

Son algunas de las frases que llegamos a escuchar en nuestros hijos

En muchas ocasiones escuchamos estas frases de nuestros niños; todos hemos tenido pensamientos negativos como éstos, a veces con frecuencia. Cuando pensamos así, nuestra confianza, estado de ánimo y perspectiva también pueden volverse negativos.

El problema con los pensamientos negativos es que pueden convertirse en profecías autocumplidas. Nos convencemos de creer que no somos lo suficientemente buenos. Y, como resultado, estos pensamientos afectan nuestras vidas personales, nuestras relaciones etc.

Pero, si deliberadamente hacemos lo contrario y usamos pensamientos positivos sobre nosotros mismos, el efecto puede ser igual de poderoso pero mucho más útil. Así mismo podemos enseñar a los niños a usar estos pensamientos positivos de la misma manera. Las personas que pueden regular eficazmente sus sentimientos se benefician de vidas afectivas más saludables.

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En este blog, hablaremos sobre cómo enseñar a los niños a utilizar las auto afirmaciones para mejorar su estado de ánimo y su bienestar general.

Las autoafirmaciones son declaraciones positivas que pueden ayudarlo a desafiar y superar el autosabotaje y los pensamientos negativos. Cuando repite estas frases con frecuencia y cree en ellas, puede comenzar a notar cambios positivos.

Estas repeticiones mentales positivas pueden reprogramar nuestros patrones de pensamiento para que, con el tiempo, comencemos a pensar y actuar de manera diferente.

La evidencia muestra que las  autoafirmaciones tienen un efecto positivo en la aceptación de mensajes y otras variables que motivan el cambio hacía comportamientos saludables; lo cual fue confirmado en estudios como el de Epton y Harris (2008), quienes hallaron que las intervenciones de autoafirmación pueden influir con éxito en los comportamientos que promueven el bienestar general.

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¿Cómo usar las afirmaciones positivas?

Puede alentar a su pequeño a usar afirmaciones en cualquier situación en la que le gustaría ver un cambio positivo, o para empezar el día con alegría y optimismo, pueden incluir afirmaciones positivas en diferentes momentos:

  • Aumente su confianza antes de empezar las clases.
  • Al asistir a un lugar nuevo o conocer nuevas personas.
  • Para apoyarlo a controlar sus sentimientos negativos como la frustración, la ira o la impaciencia.
  • Mejore su autoestima (si desea saber más sobre este tema te recomendamos leer nuestro Blog: DESARROLLANDO UNA AUTOESTIMA SANA EN L@S NIÑ@S.)
  • A la hora de hacer las tareas escolares.
  • Para lograr adquirir nuevos hábitos positivos, como comer saludable o hacer ejercicio, una vez que se han planteado una meta, pueden usar las autoafirmaciones para mantenerlo motivado.
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También es importante usar las afirmaciones cuando aparezcan pensamientos negativos.

Tips para las afirmaciones positivas

  • Piense o pídale al pequeño que identifique un área en la que este teniendo algún problema o le gustaría mejorar, por ejemplo, si tiene dificultades para regular sus emociones o si le gustaría tener más amigos.
  • Ayúdele a hacer una afirmación realista y alcanzable, y sobretodo que sea significativa para el niño.
  • Convierta los negativos en positivos, por ejemplo, si constantemente escucha que su pequeño dice “soy muy tonto para entender matemáticas”, puede ayudarlo a convertirlo en “soy un niño paciente y hábil para entender todas las materias”
  • Apóyelo a que diga las afirmaciones con entusiasmo, ya que pueden ser mucho más efectivas si tienen peso emocional.
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Ejemplos de afirmaciones

  • Soy muy creativo
  • ¡Puedo hacer esto!
  • Soy inteligente
  • Soy amable
  • Me gusta ayudar a los demás
  • Soy persistente y paciente 
  • Me gusta la escuela
  • Soy optimista
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Estas fueron algunas recomendaciones para mejorar el estado de ánimo y trabajar en el bienestar de su familia todos los días, sin embargo, es necesario monitorear el estado de ánimo de los niños, en caso de notar cambios de ánimo significativos, recuerde acudir a un profesional para asesorarlo. En SEPIMEX, contamos con psicólogos infantiles y familiares que podrán ayudarlo. 

Elaborado por:

Lic. Jessica Cortes Briseño

Terapeuta Cognitivo-Conductual

jessica@sepimex.com.mx

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Referencias

  • Epton, T., & Harris, P. R. (2008). Self-affirmation promotes health behavior change. Health Psychology, 27(6), 746–752. https://doi.org/10.1037/0278-6133.27.6.746
  • Sherman, D. K. (2013). Self‐Affirmation: Understanding the Effects. Social and Personality Psychological Compass, 7(11), 834-845.
  • Steele, C. M. (1988). The psychology of self-affirmation: Sustaining the integrity of the self. En L. Berkowitz (Ed.), Advances in experimental social psychology (Vol. 21, pp. 261-302). New York: Academic Press.

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¿CÓMO INICIAR LA PRÁCTICA DE MINDFULNESS SIN FALLAR EN EL INTENTO?

De unos años a la fecha escuchamos cada vez más la palabra mindfulness o atención plena y lo que relacionamos ante estos conceptos es la imagen de un moje budista o un experto yogui que puede pasar horas meditando en la punta de una montaña sin alimento; no hay nada más alejado de la realidad y caricaturesco para describir esta práctica. Mindfulness es una práctica que se ha integrado al manejo psicológico inicialmente para trabajar con pacientes crónicos con quejas de dolor y se ha ido diversificando (por sus beneficios) para el manejo de otros tantos problemas psicológicos (depresión, ansiedad, estrés, TOC, TLP, entre otros).

Mindfulness o atención plena es “la conciencia de la experiencia presente, con aceptación” (Germer, Siegel & Fulton, 2005) esto nos lleva a pensar que el estar despiertos no basta para ser conscientes.

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Germer, Siegel y Fulton (2005) mencionan que SER CONSCIENTE significa que realmente se ponga atención a la experiencia que se está viviendo, aunque la experiencia no sea tan agradable. Entonces partimos desde el punto de que NO TODAS LAS EXPERIENCIAS SON AGRADABLES y que, aunque hayamos aprendido a evitarlas DEBEMOS ATENDERLAS para poder ENTENDERLAS.

Si revisamos los programas terapéuticos basados en mindfulness (MBCT Seagal, Williams y Teasdale, MBCR Kabat-Zinn, entre otros CBTM Linehan, Armstrong, Suarez, Allmon y Heard, entre otros) podemos encontrar que uno de los primeros puntos a trabajar es la CONCIENCIA PLENA, o como se denomina en algunos protocolos quitar el PILOTO AUTOMÁTICO. 

¿Pero, cómo iniciamos? Suena como que tuviéramos un botón de apagado o encendido para esta función, lo que se propone es iniciar con una práctica muy sencilla y que nos permite conectarnos con algo que hacemos regularmente pero que no tomamos conciencia de ello, LA RESPIRACION.

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Las meditaciones iniciales nos piden hacer una RESPIRACIÓN CONSCIENTE, que no es igual a la respiración diafragmática o profunda que conlleva cierto proceso definido y la sola idea de falla o de no realizar un paso de ésta, nos puede llevar a la distracción total. La RESPIRACIÓN ATENTA sólo nos pide que pongamos atención en la entrada y salida del aire, SIN JUICIOS, SIN PASOS, SIN CONTEOS, SIN REVISIÓN DE POSTURA O POSICIONES (de manera inicial) sólo atender a la respiración como cada uno la llevemos a cabo.  Esto nos permite estar más atentos a todas esas sensaciones, pensamientos, sentimientos, actitudes e impulsos que podamos estar experimentando en este momento. De acuerdo con qué tanto practiquemos esta respiración consciente podremos irla aumentando en tiempo y frecuencia, para poco a poco irla integrando en nuestra rutina diaria.

Mindfulness nos ayuda a atender al AQUÍ Y AHORA mediante el desarrollo de la AUTORREGULACIÓN DE LA ATENCIÓN, primero con la respiración, luego con las sensaciones, emociones, pensamientos, impulsos, que con la práctica nos aleja del piloto automático que nos lleva al pasado, al futuro, a todos lados menos en lo que estamos viviendo. Dentro de la misma práctica aprendemos a dejar “pasar” estos sentimientos, pensamientos, sensaciones, impulsos, y atenderlos como elementos fluctuantes que vienen y van. Con DEJAR PASAR nos referimos a atenderlos y observarlos más no a EVITARLOS o PELEAR con ellos, porque si no, nos llevan con ellos y esto nos aleja de la experiencia del aquí y ahora. Esto es optar SER en lugar de HACER.

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Otra habilidad de desarrollamos con el mindfulness es la ACEPTACION, ésta no es igual a la RESIGNACIÓN. Aceptar es según Hayes, Strosahl y Wilson (1999) “la adopción voluntaria de una postura intencionalmente abierta, receptiva, flexible y sin prejuicios con respecto a la experiencia momento a momento», y con esto integramos la observación, la flexibilidad y alejarnos del juicio interno que por lo general damos a la interpretación de las situaciones más que a la descripción de éstas.

La práctica de Mindfulness es justo eso una práctica y como tal, una vez que la iniciamos hay que darle seguimiento para que como los hábitos que ya tenemos, nos resulte cada vez más natural el realizarla como lavarnos los dientes, desayunar, bañarnos, tomar nuestro café en la mañana. 

A veces queremos ir muy rápido en estas meditaciones, las aplicaciones de mindfulness que encontramos en los centros de descargas de aplicaciones nos dicen que son sencillas, pero terminamos aburriéndonos, saltando prácticas y dejándolo al final.

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¿De qué manera puedo ser constante?

Una práctica de mindfulness no sólo se compone de prácticas guiadas (PRÁCTICA FORMAL) sino también de actividades de nuestro día a día (PRACTICA INFORMAL), el alternar practicas formales con informales nos permiten darle variedad a la práctica de mindfulness y de manera más sencilla llevarla día a día.

Posteriormente se puede ir incluyendo algunas meditaciones con INTENCIÓN cuyo diseño parte de la atención de la respiración y gradualmente moverla hacia estos eventos privados que poco a poco se nos van proponiendo. Para esto podemos utilizar algunas aplicaciones con este propósito (ATENTAMENTE, MEDITOPIA, HAPPIFY, MY LIFE MEDITATION, CALM, HEADSPACE, SERENITY, entre otras) la elección puede depender del contenido, el idioma, la flexibilidad de prácticas y seguimientos o de recomendaciones de terapeutas o amigos. El beneficio de estas aplicaciones de mindfulness reside en que podemos programar las practicas formales, algunas de ellas podemos elegir el horario que es mejor para nosotros, de esta manera podemos alternar las practicas informales con las formales sin dejar de realizarlas.

Otra estrategia es diversificar las meditaciones, algunas meditaciones son de tipo verbal, visual, táctil, olfativo e inclusive de gusto, si el día de hoy decido hacer una meditación de tipo visual mediante un video, mañana puedo intentar alguna que tenga que ver con el tacto o con el olfato, esto con el propósito de incluir novedad y activar nuestros sentidos en las experiencias.

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También podemos acercarnos a grupos de meditación o inclusive hacer las meditaciones con amigos o familia, esto nos beneficia en que tendríamos un referente social de la practica y el compartir la experiencia nos ayuda a seguir realizándola.

Al practicar mindfulness con frecuencia y constancia podemos no solo estar atentos en las experiencias sino desarrollar la contemplación de estas aquí y ahora y no luchar contra ellas, esto con aceptación y nos permita disfrutar en lugar de sufrir las experiencias que vivimos.

Inicia hoy, programa tus practicas formales e informales, invita a familia y amigos, experimenten el aquí y ahora y comienza a vivir sin el piloto automático, ve la diferencia y genera bienestar en tu vida.

Elaborado por:

Lic. Marianna Escobar Pacheco

Terapeuta TCC-Contextual

marianna.escobar@sepimex.com.mx

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Referencias

  • Didonna, F. (2016). Manual clínico de Mindfulness. Desclèe de Brouwer.
  • Fleming, J. E., & Kocovski, N. L. (2013). The mindfulness and acceptance workbook for social anxiety and shyness: Using acceptance and commitment therapy to free yourself from fear and reclaim your life. New Harbinger Publications.
  • Germer, C. K., Siegel, R. D., & Fulton, P. R. (2013). Mindfulness and psychotherapy. Guilford press.
  • Hayes, S. C., Strosahl, K., Wilson, K. G. (1999). Acceptance and Commitment Therapy: An experiential approach to behavior change. New York: Guilford Press
  • Linehan, M. M., Armstrong, H. E., Suarez, A., Allmon, D., & Heard, H. L. (1991). Cognitive-behavioral treatment of chronically parasuicidal borderline patients. Archives of general psychiatry48(12), 1060-1064.
  • Miró, M. T., & Vicente, S. (2012). Mindfulness en la práctica clínica. Editorial Desclée de Brouwer.
  • Peterson, L. G., & Pbert, L. (1992). Effectiveness of a meditation-based stress reduction program in the treatment of anxiety disorders. Am J Psychiatry149(7), 936-943.
  • Segal, Z. V., Williams, M., & Teasdale, J. (2018). Mindfulness-based cognitive therapy for depression. Guilford Publications.
  • Siegel, R. D. (2011). La solución mindfulness. Bilbao, España: Desclée de Brouwer.

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¿CÓMO MANTENER UNA BUENA RELACIÓN CON MIS HIJOS?

Los estilos de crianza hacen referencia a aquellas estrategias que los padres utilizan para interactuar y educar a sus hijos, la clave está en incrementar el número de interacciones positivas diarias con tus hijos.

Si tuvieras la oportunidad de dedicar unos minutos para recordar cómo fue tu infancia, preguntarte acerca del recuerdo más vívido que tienes de ella, podrías adentrarte a buena parte de las bases de lo que eres hoy en día. Basándonos en este viaje al pasado, podemos dar respuesta a otras incógnitas: ¿Cómo queremos que sea nuestra familia? ¿Cómo nos gustaría que nuestros hijos recuerden su infancia?

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Seguramente nuestra respuesta se tornará con tintes positivos, no obstante, a la hora de enfrentarnos al reto de formar nuestra propia familia las cosas no parecen ser tan sencillas. Los expertos recalcan la importancia de los primeros años de vida en el individuo, así como el papel de la familia, pues ésta constituye un elemento de vital importancia para promover el desarrollo personal, social e intelectual.

En otras palabras, los padres no sólo deben de servir como una base segura para sus hijos, su función también radica en aumentar los sentimientos de ayuda e incrementar su potencial para ser proveedores sensibles de apoyo en el futuro.

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La realidad es que nadie nace sabiendo ser papá o mamá y los hijos parecen haber olvidado traer consigo el manual de uso durante su experiencia con la cigüeña. Todos los días te enfrentas a dos hermanos peleando en medio de la sala, descubriendo que tu hijo no se conectó a sus clases en línea, batallando con la hora de dormir, corriendo para entregar las tareas a tiempo, gritando: ¡no te subas ahí! ¡bájate de ahí! o simplemente discutiendo por alguna falta de respeto, poca colaboración en casa o el excesivo uso de videojuegos y aparatos electrónicos.

Incrementar el número de interacciones positivas con tus hijos traerá como consecuencia una mejor relación con ellos desde el amor y la disciplina.

Los estilos de crianza hacen referencia a aquellas estrategias que los padres utilizan para interactuar y educar a sus hijos, la clave está en incrementar el número de interacciones positivas diarias con tus hijos. Puede ser que no siempre lo logres o no siempre sea tan sencillo y después de eso seguro pasa por tu mente: ¿Y si lo traumo de por vida? ¡Soy una mala mamá/papá! ¿Por qué no soy capaz de hacerlo mejor?

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Tips para ejercer disciplina desde el amor y el respeto

  • El primer paso siempre va a ser mantener la calma: ser padre y/o madre en estos tiempos es cansado y agobiante. No sólo lidias con los problemas del trabajo, también lo haces con el qué dirán los otros padres, las abuelas, los profesores sobre como educas a tu hijo. Pero recuerda que cada vez que tu hijo emite una conducta que no es correcta tú reaccionas y él reacciona en consecuencia, lo que lo vuelve un círculo vicioso. Actuar desde una actitud negativa servirá para aumentar la frustración y la distancia. Mantener la calma no es fácil, en la medida en que dediques tiempo para ti, mantengas un equilibrio personal y laboral será mucho más fácil mantener limpios tus lentes para conectar con tu hijo y calmarte antes de abordar el problema.
  • Reúnanse en familia para establecer las reglas y tareas de casa: es importante que cada uno de los integrantes tengan claras las reglas dentro y fuera de la casa y no sólo dar por hecho que las conocen. Hay límites como la seguridad, la salud y el respeto que no son negociables. Sin embargo, permite a tus hijos negociar y ser participes en el establecimiento de ciertas reglas.
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  • Haz uso de planificadores y/o apoyos visuales: para organizar y llevar a cabo tareas y objetivos personales/familiares. Recuerda incluir dentro de la rutina diaria tiempo para las tareas escolares y de casa, pero también incluye tiempos en familia, de descanso, ejercicio y ocio.
  • Reconoce las conductas deseables: al reconocer el esfuerzo de tu hijo existe una mayor probabilidad de que la conducta se repita, enfocarse sólo en lo negativo favorece a que se sienta desmotivado y poco capaz.
  • Trata de NO reprimir sus emociones: el enojo, el miedo o la tristeza también son emociones saludables, sólo hay que saber expresarlas de la manera más adecuada. Ayúdale a crear alternativas para cambiar sus emociones como hacer uso de la respiración o ir a su rincón de la calma.
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  • Realicen actividades en familia: compartan actividades divertidas juntos como preparar sus alimentos favoritos, ir a comer helado, salir a jugar al parque o ver una película.
  • Mantente siempre receptivo: cuando aprendemos a observar y escuchar lo que nuestros hijos están expresando con las conductas que tienen (si, aún en medio de un berrinche en el centro comercial) será mucho más sencillo identificar el mensaje oculto que hay detrás de una mala conducta.
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Recuerda, ejercer disciplina no significa demostrar quien tiene más poder, cuando un hijo se porta mal es cuando más conexión necesita con sus padres. Recuerda que en SEPIMEX puedes encontrar especialistas en Terapia Infantil y en Crianza Positiva que pueden ayudarte a mejorar la relación con tu hijo, acércate con nosotros.

Elaborado por:

Lic. G. Adriana Moreno Hernández

Terapeuta Cognitivo-Conductual

adriana@sepimex.com.mx

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Referencias

  • Fresnillo, V., Fresnillo, R., & Fresnillo, M. (2000). Escuela de padres. Editorial Cirsa, Madrid, España.
  • Jason, L. A., Kurasaki, K. S., Neuson, L., & Garcia, C. (1993). Training parents in a preventive intervention for transfer children. Journal of Primary Prevention13(3), 213-227.
  • Salvia, A., & Tuñon, L. (2011). La primera infancia; Importancia del proceso de crianza y socialización para el desarrollo. Artículo de divulgación del Observatorio de la Maternidad.
  • Sánchez-Romero, M. (2010). La familia como escenario del desarrollo infantil. Innovación y experiencias educativas, (34), 1-10.
  • Siegel, D. J., & Bryson, T. P. (2015). Disciplina sin lágrimas: Una guía imprescindible para orientar y alimentar el desarrollo mental de tu hijo. Ediciones B, S.A., Barcelona, España
  • Villanueva, L., Vega, L. & Poncelis, Ma. Fernanda (2011). Estrategias de Autorregulación en niños. Cuadernos “Puentes para crecer”. UNAM.

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INFLUENCIA DE LOS PADRES Y MADRES SOBRE LA CONDUCTA ALIMENTARIA DE L@S NIÑ@S.

Existe un impacto significativo de la conducta (prácticas y estilos de crianza) de los padres y madres sobre las preferencias y consumo de alimentos en l@s niñ@s, debido a que ellos deciden sobre qué, cuándo,  cómo y cuánto alimento consumen sus hij@s.  Estas conductas a largo plazo pueden generar algunos problemas de alimentación infantil como falta de apetito, rechazo de la comida, anorexia, sobrepeso y obesidad. Aunado a esto, los problemas de alimentación a menudo se asocian con el bienestar emocional y psicológico de l@s niñ@s, padres y madres.

¿Cuáles son las conductas (prácticas y estilos de crianza) de los padres y madres que tienen influencia en la conducta alimentaria de l@s niñ@s?

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A continuación se expone la respuesta:

  1. Exposición.

Se necesitan al menos, entre 10 a 15 exposiciones para lograr un gusto por la comida. Cuando l@s niñ@s se encuentran expuestos continuamente a alimentos poco saludables, estos adquieren un valor importante en l@s niñ@s, lo que resulta difícil de modificar en un futuro, sobre todo cuando se vive en un ambiente obesógenico, el cual hace referencia a que el ambiente presenta de manera accesible los alimentos poco saludables. Por ejemplo, si en casa lo único que hay de beber es refresco, en la continua exposición l@s niñ@s pueden desarrollar una adicción a la misma.

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Como padres y madres somos un ejemplo de lo que es “adecuado” o “inadecuado” comer, así los mismos gustos y hábitos de alimentación de los papás y mamás son un modelo para l@s niñ@s. Por ejemplo si en casa hay rechazo o escaso consumo de frutas y verduras, l@s niñ@s aprenden que estos alimentos nos son ricos ni necesarios en su dieta. Así, el comportamiento de los padres, madres o de los demás miembros de la familia pueden ser críticos en la aceptación o rechazo de ciertos alimentos.

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  1. Prácticas de alimentación coercitivas (“presión para comer”).

Otros comportamientos y prácticas de los padres y madres que juegan un papel importante en la aceptación o rechazo de los alimentos es la presión para comer, la cual puede tomar muchas formas, incluyendo indicaciones verbales o ayuda física. En general, este tipo de prácticas se consideran contraproducentes. De hecho, se ha encontrado que aversiones o rechazo a ciertos alimentos en la edad adulta se remontan a experiencias negativas que implican presión para comer.

Presión para comer también se ha asociado con el aumento de consumo de alimentos. En un estudio se estimó que el 38% de l@s niñ@s comió más de lo que habría comido si no hubiera existido presión de los padres. Esto es consistente con otros estudios que han encontrado que la frecuencia de indicaciones maternas se relaciona con el número de calorías consumidas y al aumento de peso de l@s niñ@s. Por ejemplo, la indicación “no te paras de la mesa hasta que no te lo acabes” cuando se les sirve una porción más grande que la necesaria o “aquí no hay animales para que se coman lo que sobra”, no sólo genera estrés en el niño o niña sino que influye en su metabolismo y procesamiento alimenticio, episodios de comer en exceso (que en un futuro puede generar un trastorno por atracón), así como la respuesta apropiada a sus sensaciones de hambre y saciedad, sentando las bases para los problemas con la regulación de su consumo de alimentos en el futuro.

Así, el deseo de un padre o madre porque su hij@ “coma lo suficiente” puede conducir realmente a la negatividad de algunos alimentos y los problemas con la sobrealimentación y el aumento de peso en el futuro.

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  1. Restricción, recompensas y el uso de alimentos para “calmar” o regular las emociones.

Otras prácticas de los padres y madres también pueden tener influencias en la generación de malos hábitos de alimentación. Por ejemplo, la restricción evidente de los alimentos se ha relacionado con un mayor consumo de estos alimentos cuando se hace disponible gratuitamente. La cual, parece ser perjudicial en la capacidad de l@s niñ@s para regular correctamente su consumo cuando son mayores.

Usar la comida como recompensa también tiene un efecto perjudicial sobre la regulación del apetito más tarde. Esto se debe a que el estado de un alimento como recompensa aumenta su valor afectivo para el niño o niña, por lo que es más deseable y hay más probabilidades de ser comido en exceso cuando están libremente disponibles. Por ejemplo, los dulces, hamburguesas o comida poco saludable.

Además, el uso de alimentos para calmar las emociones (ingesta emocional) se asocia con problemas emocionales y el desarrollo en el déficit de solución de problemas; que a su vez se ha relacionado con el sobrepeso y por supuesto en un futuro obesidad.

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  1. Estilos de crianza.

Hasta el momento, se han descrito las prácticas de crianza en relación con la alimentación infantil. Sin embargo, el grado en que los padres y madres opten por aplicar diferentes prácticas y de qué manera lo hacen, puede estar relacionada con su estilo de crianza subyacente; una característica que influye en el contexto emocional de todos los aspectos de la crianza de l@s hij@s, incluyendo la alimentación.

Dos dimensiones de estilo de crianza han sido identificados: exigencia y responsividad. Exigencia refiere al uso de control de la conducta en el niño o niña. Capacidad de respuesta se refiere a que muestra la calidez y el apoyo para el niño o niña.

Los padres y madres pueden anotar alta o baja en cada una de las dimensiones, lo que resulta en una clasificación de cuatro estilos de crianza:

(1) Autoritario (alta exigencia / alta capacidad de respuesta);

(2) Autoridad racional (alta exigencia / baja capacidad de respuesta);

(3) Permisivo (baja exigencia / alta capacidad de respuesta); y

(4) No comprometido (baja exigencia / baja respuesta).

En relación con la alimentación, el estilo de autoridad racional, al proporcionar reglas, pero en un contexto positivo se asocia con el desarrollo de los hábitos de alimentación más saludables, como una mayor ingesta de frutas y verduras.

Por otro lado, las dificultades de alimentación en l@s niñ@s se asociaron con: (1) estilos y prácticas de alimentación permisivas en el cumplimiento de los deseos del niño o niña como estrategia con el fin de evitar conflictos en la hora de la comida; y (2) un estilo de alimentación autoritario incluyendo el uso de contingencias y prácticas coercitivas para obligar a un niño o niña a comer los alimentos.

Es importante identificar como papás y mamás que tipo de prácticas y estilo de crianza estamos ejerciendo en nuestr@s hij@s, debido a que como se expresó anteriormente, nuestras conductas tienen una fuerte influencia en la percepción, preferencias y regulación alimenticia de nuestr@s hij@s.

Una vez identificadas estas conductas, lo que sigue es modificarlas, con la finalidad de generar un estilo de vida saludable y por consiguiente una mejor calidad de vida.

En SEPIMEX podemos ayudarte a identificar y a modificar aquellas conductas que podrían estar generando problemas de alimentación en tus hij@s.

 Elaborado por:

Lic. Sheila Hernández A.

sheila@sepimex.com.mx

Terapeuta Cognitivo-Conductual.

Especialista en Problemas de la Conducta Alimentaria.

 Referencias:

  • Hernández-Guzmán L. (1999). Hacia la salud psicológica: Niños socialmente competentes. México: Universidad Nacional Autónoma México. Facultad de Psicología.
  • Mitchell, GL., Farrow, C., Haycraft, E. y Meyer, C. (2013). Parental influences on children’s eating behaviour and characteristics of successful parent-focussed interventions. Appetite, 60: 85–94.

 

 

 

 

 

 

 

El TDAH en los niñ@s: Importancia del entrenamiento a padres y maestros.

TDAH1Los padres de los niñ@s con TDAH -Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad suelen experimentar dificultades en su labor en la crianza como: frustración, aislamiento social, e insatisfacción con su rol parental. De ahí la importancia de ayudarles a comprender y manejar el comportamiento de sus hij@s. El temperamento de los niños con TDAH junto con el estrés de los padres determinan el estilo de disciplina que estos emplean. Este, regularmente tiende a ser impositivo y poco adecuado, provocado en gran medida por aspectos personales de los padres y por la características del trastorno, que supone una continua fuente de tensión en el ejercicio de su paternidad y maternidad.TDAH2

Uno de los principales motivos por los cuales el trabajo terapéutico debe extenderse al entrenamiento de los padres es que en ocasiones las familias reaccionan negativamente ante el diagnóstico del TDAH y sus comportamientos. Los padres y/o familiares buscan encubrir y protegerse de la realidad desconociendo algunas veces la existencia del trastorno, evitando la asistencia a la consulta, demorándose para realizar el diagnóstico, o no confiando en el criterio de un profesional, tomando como alternativa cambiarlo, inhibiendo y obstaculizando el desarrollo del tratamiento.TDAH3

Los pensamientos generados por los padres ante el trastorno, los lleva muchas veces a convertirse en padres sobreprotectores incitando en el niño actitudes de minusvalía innecesarios o , por el contrario, utilizando elementos instigantes a manera de “controlar” inadecuadamente su conducta. De esta manera los padres no consideran que los comportamientos del niñ@ sean característicos del trastorno, sino una simple manifestación de pereza o mala voluntad.

Varios estudios señalan que las familias que tienen niñ@s con TDAH usan métodos de disciplina poco adecuados, aplicando estrategias más agresivas y autoritarias; los padres que tienen hij@s con TDAH emplean un tono de voz más serio y hacen comentarios más negativos sobre el comportamiento de sus hij@s, imponiendo límites a veces excesivamente estrictos, pero sin ofrecer explicaciones al respecto.TDAH4

Es por ello que los tratamientos funcionan en gran parte, en el momento en que los padres aceptan el diagnóstico y trabajan en pro de la salud mental de sus hij@s; de lo contrario se ha visto en la experiencia clínica, que de nada sirven los procesos psicoterapéuticos y/o farmacológicos, si no se trabaja o refuerza en la familia lo que se aprende en terapia.

La conclusión más relevante que se ha llevado a cabo a través de varios estudios, señala que existe un aumento entre el estrés que produce la crianza de niñ@s con TDAH y la práctica de técnicas de disciplina inadecuadas en la familia; fomentando la gravedad de los síntomas  del TDAH y la aparición de otros trastornos de la conducta.TDAH5

Lo anterior nos ilustra, desafortunadamente, la compleja influencia negativa que el TDAH tiene en el sistema familiar. En consecuencia a ello un buen tratamiento debe incluir un módulo de asesoramiento a padres como un componente fundamental.

Recientemente diversas investigaciones alrededor del tema coinciden en que entre los tratamientos psicosociales más efectivos para el manejo de los niñ@s con TDAH  incluyen el entrenamiento a los padres y profesores en modificación de conducta, ya que se ha visto que las intervenciones en el plano académico y la educación especial, son las intervenciones más prometedoras para estos niñ@s. Si a estas técnicas se les añadiera la terapia familiar, solución de problemas y habilidades de comunicación y además todo esto se realizara en un periodo amplio de tiempo, el pronóstico de estos niñ@s es significativamente exitoso.

TDAH6El entrenamiento a padres en el manejo de niñ@s con TDAH y su eficacia ha quedado demostrado en el Multimodal Treatment Study of ADHD (MTA), la investigación más importante sobre tratamiento del trastorno realizada hasta la fecha, donde se demostró que los niñ@s que mostraron cambios significativos en su conducta en la escuela y hogar fueron aquellos con padres que mostraron una participación y mejoría en las prácticas de disciplina negativa, inconsistente e ineficaz.

Es importante señalar que, a pesar de que se han realizado investigaciones de intervenciones alternativas; en la actualidad los únicos tratamientos validados empíricamente para el TDAH son la medicación estimulante, la práctica del entrenamiento a padres y maestros, en técnicas de manejo cognitivo-conductual aunado al entrenamiento de los niñ@s hiperactivos en habilidades socioemocionales.

TDAH8¿Qué elementos incluye el tratamiento?

El programa de intervención incluye básicamente procedimientos de:

– Entrenamiento en estrategias cognitivas de autocontrol,
– Resolución de problemas y control de la ira
– Habilidades sociales y
– Modificacion de conducta

¿Cuáles son las principales ventajas?

Los estudios que han empleado el entrenamiento a padres en técnicas de manejo conductual muestran una reducción en:

– Los síntomas de TDAHTDAH9
– Problemas de conducta
– Dificultades con los deberes , tanto en casa como en la escuela
– El estrés familiar, reportando una mejora en las habilidades de los padres en la crianza.

El entrenamiento psico-educativo a maestros ha mostrado mejoras en:

– Conductas disruptivas y antisociales
-Reducción de los síntomas centrales y algunos asociados (trastornos psicopatológicos y trastornos de ansiedad)
– Aumento del rendimiento académico (conductas centradas en la tarea)
– Competencias sociales y el cumplimiento de normas.TDAH10

De esta manera el entrenamiento de los padres en estrategias de modificación de conducta se evidencia de vital importancia, cada  vez que se ven reflejadas en el ambiente familiar las conductas problema, propias del trastorno. Se ha comprobado que los tratamientos aplicados por los padres en ambientes naturales(principalmente en casa o en lugares y momentos en los que la conducta se presenta) son los más efectivos.

TDAH11Más allá de brindar a los padres herramientas específicas para interactuar efectivamente con el niñ@, el principal objetivo es promover en ellos un cambio de actitud frente a las desventajas que el trastorno ocasiona. Este cambio contribuye a que tanto padres como maestros asuman el TDAH como una condición que puede manejarse y mejorar positivamente, siendo el desafío más importante, subsanar y preservar la salud psico-emocional y social del niñ@ y de su entorno (familiar-escolar).

Referencias:

  • Delgado, I.,  Rubiales, J., Etchepareborda, M., Bakker, L. y Zuluaga, J. (2012). Intervención Multimodal del TDAH: El papel coterapéutico de la familia. Revista Argentina de Clínica Psicológica (V2, 1, pp. 45-51). Argentina: Fundación Aiglé.
  • Jarque, F. S. (2012). Eficacia de las intervenciones con niños y adolescentes con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). En Anuario de Psicología.(V42, 1, pp. 19-33). España: Facultad de psicología, Universidad de Barcelona.
  • Presentación, M., Pinto, V., Meliá, A. y Miranda, A. (2009).  Efectos sobre el contexto familiar de una intervención psicosocial compleja en niños con TDAH. En Escritos de Psicología – Psychological Writings. (V2, 3, pp.18-26). España: Universidad de Málaga.

Realizado por:

Lic. Berenice Candia R.

Terapeuta Infantil Cognitivo-Conductual

Centro SEPIMEX

Desarrollo de la autoestima y competencias sociales: educación emocional para l@s niñ@s.

Autoestima 1Existe una interacción continua entre emociones, comportamientos y pensamientos de tal forma que se retroalimentan permanentemente: la emoción influye en el comportamiento y en el pensamiento; a la vez, el pensamiento influye en la forma de vivir la emoción y en la dirección del comportamiento.
Desde niñ@s, aprendemos, durante nuestro desarrollo a adquirir ciertas habilidades que nos permiten ser competitivos con el mundo que nos espera en el futuro, tanto en áreas educativas, laborales, como emocionales de nuestra vida. Nuestra vida social adulta y de pareja, esta determinada en gran medida por las competencias emocionales que adquirimos en la infancia.

Una competencia emocional consiste en un conjunto de habilidades, conocimientos y actitudes que nos permiten comprender, expresar y regular de forma apropiada nuestras emociones; lo que facilita una mejor adaptación a las circunstancias de la vida, así como los procesos de aprendizaje, las relaciones interpersonales, la resolución de problemas, etc.

La adecuada expresión y manejo de emociones están relacionados con problemas que ocurren muy frecuentemente en l@s niñ@s: berrinches, violencia escolar y de género, inseguridad para hablar en publico en clases, dificultad para hacer amigo(as), baja autoestima, Autoestima 2dificultad para trabajar en equipo, la falta de iniciativa o la carencia de un proyecto personal en la edad adulta.

La autoestima es un conjunto de pensamientos, percepciones y evaluaciones que hacemos de nosotros mismos. A la vez esta influenciada por las creencias que tenemos acerca de nuestras propias competencias y habilidades (autoconcepto), que se construyen a través de la interpretación de las experiencias propias y de los roles que desempeñamos en sociedad (autoimagen). Mediante este proceso de autoconocimiento, las emociones juegan un papel crucial en la construcción de estas percepciones, pensamientos y/o creencias acerca de nosotros mismos.

Autoestima 3Los niñ@s en su interacción con el medio recibirán tanto información positiva como negativa (triunfos o derrotas, buenas calificaciones o malas, buenas amistades o peleas con amigos), que mas tarde serán integradas a su auto concepto.

Las emociones regulan la manera en que esta información es integrada: si estamos tristes, enojados, ansiosos (con un estado de ánimo particularmente negativo) solamenteAutoestima 4 registraremos la información negativa de nuestras experiencias; de esta manera, desde la infancia, se comienzan a generar conflictos afectivos y/o emocionales que repercuten directamente en la autoestima y en la forma de relacionarnos con los demás, mermando nuestras habilidades sociales, estabilidad académica e incluso familiar.

cuadro autoestima¿Cómo puedo saber si mi hij@ tiene baja autoestima?
Regularmente l@s niñ@s con baja autoestima comienzan a construir creencias erróneas con respecto a ellos mismos o a su desempeño en sociedad, y podrían hacer comentarios como: “siempre soy el/la últim@ que escogen en el equipo” (visión negativa de las cosas); “a mi me das menos dulces que a mi hermano”(se compara con los demás la mayoría del tiempo); “a mi compañera de clase su mamá siempre le compra cosas bonitas” (comparación social selectiva), etc.
En la manera en que los niñ@s desarrollen habilidades y competencias emocionales, mostraran una mayor confianza en si mismos, favoreciendo el éxito personal y profesional en su vida.

Autoestima 5

Las habilidades sociales se adquieren a través de la adecuada comunicación con los demás; es una competencia que se desarrolla mediante la convivencia escolar y familiar. Las competencias sociales están relacionadas con un adecuado ajuste psicosocial de l@s niñ@s: en el grupo de clase, en el grupo de amigos, y en una mejor adaptación académica. Una baja autoestima, rechazo o aislamiento social son consecuencias de no disponer de destrezas sociales adecuadas.

El carecer de habilidades sociales lleva a l@s niñ@s a emplear estrategias desadaptativas para resolver sus conflictos favoreciendo el comportamiento disruptivo y dificultando el aprendizaje, ya que los problemas de conducta, aparecen de primera instancia en el entorno escolar: insultar, pegar o molestar a sus compañer@s; responder de manera agresiva, etc.

Ahora sabemos que es muy importante prestar atención al aprendizaje de las capacidades emocionales que ayudan al desarrollo integral de los niños y las niñas, pues las competencias emocionales son entendidas hoy como competencias básicas para la vida.

En Centro SEPIMEX contamos con diferentes cursos para niños y niñas que permiten desarrollar una buena autoestima y competencias sociales.

Taller Habilidades Sociales-Autoestima

Referencias:
– González Pienda, Julio A.; Núñez Pérez, J. Carlos; Glez. Pumariega, Soledad; García García, Marta S.. (1997). Autoconcepto, autoestima y aprendizaje escolar. Psicothema, 271-289.
– Garcia Rojas, Daniel (2010). Estudio sobre la asertividad y las habilidades sociales en el alumnado de Educación Social. XXI, Revista de Educación. Departamento de Educación de la Universidad de Huelva: España, 225-240.

Elaborado por:
Lic. Berenice Candia
Terapeuta Infantil Cognitivo-Conductual
berenice@sepimex.com.mx

¿Lo cuido o lo sobreprotejo? La sobreprotección y sus consecuencias en los niñ@s

La labor de los padres al criar un hijo podría ser definida de muchas formas. En general se puede concluir que en ellos recae la tarea de que un  niñ@ logre convertirse en una persona exitosa, siendo el éxito lo que cada padre desee para su hij@. Cuando nace un niñ@ y en sus primeros años de vida requiere de los cuidados y atenciones de sus padres para su supervivencia. Esta protección tiene la función de enseñarles a sobrevivir por sí solos de forma gradual.

Sin embargo, dentro de este proceso es difícil  definir en qué momento es conveniente dejar de dar este apoyo y protección totales, ya que el instinto parental es querer siempre cuidar a los hij@s. Es por eso que en muchas ocasiones los padres terminan teniendo conductas sobreprotectoras.

Cuando un padre está preocupado por el bienestar de sus hijos hace todo por lograrlo. Al hacerlo muchas veces se piensa que el bienestar de un niñ@ se encuentra en que las actividades de su vida fluyan con facilidad y sin problemas; y por lo tanto intentan solucionarles cualquier situación. Entonces, lo que inicia con un deseo de bienestar para los hij@s, puede terminar en una interacción problemática entre papás y niñ@s.

Los padres entonces se convierten en sobreprotectores, y cuando esto sucede pasan la mayor parte de su tiempo experimentando una extrema preocupación relacionada con el bienestar de sus hij@s y recurren a conductas de control sobre ellos. Estas conductas intentan controlar cada aspecto de la vida de los niñ@s para poder así controlar la ocurrencia de cualquier riesgo. Los padres sobreprotectores experimentan un alto grado de ansiedad y su calidad de vida se ve afectada.

Por otra parte, los niñ@s también pueden sufrir consecuencias de tener padres sobreprotectores, ya que no les es permitido realizar ninguna conducta de autocuidado ni de solución de problemas; y por lo tanto no desarrollan las habilidades necesarias para poder ser independientes.

En las familias donde existe la sobreprotección se pueden encontrar relaciones que a la vista son muy buenas y estrechas entre padres e hij@s; sin embargo debido a la gran dependencia que tienen los hij@s de los padres y viceversa la relación se puede ir fragmentando.

¿Cómo puedo saber si soy sobreprotector?

Si…

  • …paso la mayor parte de mi tiempo muy preocupada por los posibles riesgos en las actividades de mis hij@s…
  • …no soporto la idea de que estén fuera de mi vista…
  • …prefiero realizar las actividades que ellos ya pueden hacer (vestirlos, darles de comer, recoger sus cosas, bañarlos) pensando en que son muy pequeños y aún no pueden…
  • …cuando tienen algún problema o dificultad lo resuelvo inmediatamente aunque ellos pudieran hacerlo  solos…
  • …cualquier estornudo, pequeño dolor o raspón me provoca un miedo desproporcionado…
  • …con frecuencia tapo en exceso a mis hijos, por si acaso…

…podría estar teniendo conductas sobreprotectoras y sería conveniente que buscara ayuda para solucionarlas.

Debido a las graves consecuencias que tiene la sobreprotección tanto para hij@s como pada padres es importante buscar la manera de que ambas partes puedan poco a poco dejar de ser tan dependientes los unos de los otros. Para lograr esto es importante que los padres puedan entender que más que un beneficio se está haciendo un daño a los niños con este tipo de conductas y buscar ayuda  para poder modificarlas. Una parte muy importante para lograr esto es tratar la ansiedad que sienten los padres con respecto al bienestar de sus hijos.

e relajación antes de tomar decisiones con respecto a los niños y haciendo los cambios poco a poco. La terapia cognitivo conductual es un apoyo muy importante para lograr terminar con esta dependencia mutua y terminar con la sobreprotección. En centro SEPIMEX tenemos especialistas en la detección y tratamiento de este y muchos otros problemas relacionados con la crianza.

 

Algunas formas de lograr disminuir esta ansiedad es practicando técnicas de relajación antes de tomar decisiones con respecto a los niños y haciendo los cambios poco a poco. La terapia cognitivo conductual es un apoyo muy importante para lograr terminar con esta dependencia mutua y terminar con la sobreprotección. En centro SEPIMEX tenemos especialistas en la detección y tratamiento de este y muchos otros problemas relacionados con la crianza.

Lic. Mariana Zavala Mota

Terapeuta Cognitivo-Conductual

Centro SEPIMEX

5689-14-19

mariana@sepimex.com.mx

La comunicación entre padres e hijo(a)s

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Muchos padres tienden a pensar que lo mas importante en la comunicación con los hijo(a)s es proporcionarles información importante para el desarrollo de sus vidas: decirles que coman verduras, que deben ir a la escuela porque es importante o incluso algunas veces tienden a decidir por ello(as). La comunicación tiene una función mucho mas importante de lo que imaginamos; es un puente de doble vía que conecta los sentimientos de los padres con los de los hijo(a)s.

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La comunicación saludable es crucial para ayudar a los niños a desarrollar una personalidad saludable; genera independencia, buenas relaciones con los padres y los demás (amigos y compañeros de clase). Le da al niño la oportunidad de ser feliz, seguro y sano ante cualquier circunstancia. Una gran mayoría de los problemas de conducta en los niño(as) tiene origen en la forma en como los padres y los hijo(a)s se comunican, más que pensar solamente que el/la niño(a) es la fuente de los problemas.

Debido a que los padres se convierten en modelos a seguir por los niño(a)s; en la forma y medida en que estos se comuniquen con los hijo(a)s, ellos aprenderán a manejar sus sentimientos. Una comunicación saludable permite a los padres sentirse cercanos a sus hijo(a)s y conocer sus necesidades. Además de aprender a manejar la frustración y estrés que les genera el mismo ejercicio de la crianza.

Una comunicación saludable le permite al niño(a): sentirse cuidado y amado; saberse importante y tomado en cuenta; sentirse seguro y no aislado en sus problemas; aprender a decir lo que siente, piensa y necesita directamente en palabras, sin necesidad de sobre actuar: como hacer berrinches, gritar, insultar o pegar.

Imagen¿Cómo establezco una comunicación saludable con mis hijo(as)?

1.-Estar disponible: Significa dedicar tiempo para sus hijo(a)s. Bastarán al menos 10 minutos diarios de comunicación  para fortalecer la relación.  Estar  disponible significa sintonizar y hablar de algo importante. Ser capaz de entender y hablar sobre sus propios sentimientos así como también los de su hijo(a).

2.-Saber escuchar: Pregúntele a su hijo(a) por sus ideas y sentimientos, tratando de comprender lo que está diciendo, esto ayuda al niño(a) a sentirse amado aun cuando el está enojado o triste  y usted no puede hacer nada para arreglar el problema. Saber escuchar lo ayuda a calmarlo y así el/ella podrá escucharlo a usted después.

3.-Trate de ponerse en sus zapatos: Vea la situación desde el punto de vista del niño(a) y hágale saber que a usted le importan sus sentimientos, esto le dará la capacidad de entender lo que su hijo siente en ese momento.

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4.-Sea un buen mensajero(a): si el niño(a) se siente escuchado y atendido estará mas dispuesto a escucharlo, por tanto, asegúrese que lo que usted diga, su tono de voz y lo que haga, envíen el mismo mensaje.

5.-Use palabras y no gritos: para que su  hijo(a) comprenda  lo que usted quiere que el/ella haga, use palabras mientras lo mira a los ojos y le explica la situación; resaltando también las buenas actitudes y comportamientos.No diga las cosas “a gritos”, ellos no sabrán diferenciar claramente lo que está mal.

En Centro SEPIMEX contamos con terapeutas capacitados para apoyar en la mejora de la comunicación entre padres e hijos.

Te ofrecemos diversos talleres con la finalidad de mejorar tu salud y bienestar: Taller a padres; Comunicación asertiva; Manejo del enojo; Manejo del estrés, entre muchos más.

Elaborado por:

Lic. Berenice Candia Ramírez

berenice@sepimex.com.mx

Terapeuta Infantil

Centro SEPIMEX

5689.1419

http://www.sepimex.com

Tratamiento del trastorno depresivo mayor en niñ@s y adolescentes

El trastorno depresivo mayor (TDM) en niñ@s y adolescentes es un trastorno común y discapacitante, a menudo recurrente, que persiste hasta la edad adulta y se ha asociado a disfunción familiar, social, escolar y a conducta suicida.

El TDM en l@s adolescentes se caracteriza por la presencia de estado de ánimo bajo y/o irritabilidad la mayor parte del tiempo, acompañado de anhedonia, ideas de minusvalía y desesperanza; también afecta los hábitos de alimentación y del dormir.

Es de tomar en cuenta que durante la etapa del diagnóstico e incluso el inicio del tratamiento  la familia, los compañeros y el entorno influyen de una manera importante sobre la gravedad y la frecuencia de los episodios depresivos.

El tratamiento del TDM, como de otros padecimientos psiquiátricos de inicio en infancia y la adolescencia, debe ser integral y multimodal. La participación activa del niñ@, el/la adolescente y los familiares en la toma de decisiones para la implementación del tratamiento es fundamental para lograr un buena adherencia terapeútica. Estudios recientes indican que 80% de los pacientes responden al tratamiento y 60% presentan remisión de los síntomas en los primeros seis meses.

Este tratamiento multimodal incluye:
– Tratamiento farmacológico
-Psicoeducación
– Terapia Cognitivo Conductual (TCC )
son el tratamiento psicosocial de elección.

Los principales objetivos de la TCC incluyen: a) la reducción de la gravedad de los síntomas al mejorar la autoestima, b) aumentar la tolerancia a la frustración, c) aumentar la autonomía, d) incrementar la capacidad para disfrutar las actividades de la vida diaria y e) establecer buenas relaciones con los compañeros.

En casos en que los pacientes presentan  ideas o conductas suicidas, el objetivo principal es controlar los síntomas que ponen en riesgo la vida o la integridad física del paciente y/o familiares. Los ensayos clínicos controlados han mostrado que la terapia cognitivo-conductual es eficacaz en el manejo de la depresión.

La TCC incluye un análisis cognitivo (reconocimiento de emociones, la relación de éstas con la conducta y el cambio de atribuciones cognitivas negativas) y la aplicación de distintas intervenciones conductuales (entrenamiento en habilidades sociales y la resolución de problemas), que se abordan a lo largo de 12 a 16 sesiones aproximadamente.

La eficacia y seguridad que brinda un tratamiento multimodal permite incrementar las probabilidades de  éxito en el tratamiento y seguimiento del TDM, este último con la finalidad de evitar recaídas y complicaciones,  maximizando el funcionamiento académico y social de l@s pacientes.

Fuente:
– Ulloa-Flores,R., Peña-Olvera, F., Nogales-Imaca,I. (2011) Tratamiento multimodal de niños y adolescentes con depresión. Salud Mental.34:403-407.

Elaborado por:

Berenice Candia

Terapeuta Infantil, Centro SEPIMEX (berenice@sepimex.com.mx)