El trastorno depresivo mayor (TDM) en niñ@s y adolescentes es un trastorno común y discapacitante, a menudo recurrente, que persiste hasta la edad adulta y se ha asociado a disfunción familiar, social, escolar y a conducta suicida.
El TDM en l@s adolescentes se caracteriza por la presencia de estado de ánimo bajo y/o irritabilidad la mayor parte del tiempo, acompañado de anhedonia, ideas de minusvalía y desesperanza; también afecta los hábitos de alimentación y del dormir.
Es de tomar en cuenta que durante la etapa del diagnóstico e incluso el inicio del tratamiento la familia, los compañeros y el entorno influyen de una manera importante sobre la gravedad y la frecuencia de los episodios depresivos.
El tratamiento del TDM, como de otros padecimientos psiquiátricos de inicio en infancia y la adolescencia, debe ser integral y multimodal. La participación activa del niñ@, el/la adolescente y los familiares en la toma de decisiones para la implementación del tratamiento es fundamental para lograr un buena adherencia terapeútica. Estudios recientes indican que 80% de los pacientes responden al tratamiento y 60% presentan remisión de los síntomas en los primeros seis meses.
Este tratamiento multimodal incluye:
– Tratamiento farmacológico
-Psicoeducación
– Terapia Cognitivo Conductual (TCC )
son el tratamiento psicosocial de elección.
Los principales objetivos de la TCC incluyen: a) la reducción de la gravedad de los síntomas al mejorar la autoestima, b) aumentar la tolerancia a la frustración, c) aumentar la autonomía, d) incrementar la capacidad para disfrutar las actividades de la vida diaria y e) establecer buenas relaciones con los compañeros.
En casos en que los pacientes presentan ideas o conductas suicidas, el objetivo principal es controlar los síntomas que ponen en riesgo la vida o la integridad física del paciente y/o familiares. Los ensayos clínicos controlados han mostrado que la terapia cognitivo-conductual es eficacaz en el manejo de la depresión.
La TCC incluye un análisis cognitivo (reconocimiento de emociones, la relación de éstas con la conducta y el cambio de atribuciones cognitivas negativas) y la aplicación de distintas intervenciones conductuales (entrenamiento en habilidades sociales y la resolución de problemas), que se abordan a lo largo de 12 a 16 sesiones aproximadamente.
La eficacia y seguridad que brinda un tratamiento multimodal permite incrementar las probabilidades de éxito en el tratamiento y seguimiento del TDM, este último con la finalidad de evitar recaídas y complicaciones, maximizando el funcionamiento académico y social de l@s pacientes.
Fuente:
– Ulloa-Flores,R., Peña-Olvera, F., Nogales-Imaca,I. (2011) Tratamiento multimodal de niños y adolescentes con depresión. Salud Mental.34:403-407.
Elaborado por:
Berenice Candia
Terapeuta Infantil, Centro SEPIMEX (berenice@sepimex.com.mx)
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