La víctima de violencia Intrafamiliar

Se le llama violencia a «todo aquel acto de poder u omisión intencional, recurrente o cíclico, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, emocional, económica o sexualmente a cualquier persona en áreas públicas o privadas con la intención de causar daño».

La violencia es aprendida desde la infancia y reforzada en diferentes ámbitos como son la familia, la escuela y la sociedad. La mujeres y los hombres reciben diferente educación y se les son asignados roles. A los mujeres se les enseña:

  • Seguir con las expectativas que se espera de ellas.
  • Jugar con su rol de mujer
  • Se promueve la expresión de sentimientos, excepto el enojo.
  • Una niña nunca interrumpe, y menos a un hombre.
  • Desarrollo de habilidades domésticas
  • Ser el sexo débil
  • Percibir a la figura masculina distante y superior.
  • La mujer se sacrifica por el bienestar del hombre
  • Sentirse sin valor por no tener un hombre
  • Ser abnegada y soportar
  • Aceptar la violencia
  • Obedecer al hombre
  • Tolerar la infidelidad
  • Estar pendiente de las necesidades del hombre, atenderlo, servirle y apoyar en todo momento (sacrificios)
  • Sentimientos de incapacidad para actividades que implican esfuerzo físico o intelectual

Existen múltiples tipos de Violencia, entre los cuales destacan:

  • Ataques verbales o emocionales
  • Retiro de atención
  • Limitación o castigo para el desarrollo de la autoestima y de habilidades sociales.
  • Interferencia con la evolución de la autonomía y la integridad personales
  • Menoscabo de las habilidades
  • Rechazo
  • Abuso físico, etc.

Por lo tanto una víctima de violencia intrafamiliar se caracteriza por sufrir uno o más tipos de violencia ejercida por la pareja y/o los padres. Existen cuatro tipos de alteraciones que en conjunto forman el «Perfil de la Víctima de Violencia Intrafamiliar»:

1. Alteraciones Cognitivas:

  • Magnificación del agresor
  • Indefensión aprendida
  • Fantasías en torno a soluciones mágicas
  • Incapacidad para reconocer la violencia en la que vive y pedir ayuda.
  • Justifica al generador y la agresión.
  • Deterioro de la atención, memoria y capacidad de análisis y síntesis.
  • Pensamientos y recuerdos desagradables y recurrentes de la agresión.
  • Revivenciación de la experiencia traumática
  • Perspectivas del futuro aterrador que las inmoviliza.
  • Ideas obsesivas de inseguridad persistente
  • Ideas suicidas.
  • Fantasías catastróficas.

2. Alteraciones Afectivas:

  • Negación y represión de los sentimientos.
  • Sentimientos de vergüenza, impotencia, culpa, enojo, irritabilidad y resentimiento.
  • Inseguridad, temor, angustia y desconfianza, soledad, desamparo, tristeza, desesperanza, desilusión y apatía.
  • Afectación en su autoestima.

3. Alteraciones Conductuales:

  • Poca capacidad asertiva, dificultad en la toma de decisiones.
  • Descuido en el arreglo personal.
  • Codependencia.
  • Desinterés en actividades significativas.
  • Incapacidad para salir del maltrato
  • Autoagresión
  • Intentos suicidas
  • Agresividad e irritabilidad
  • Bajo control de impulsos (hijos)
  • Hipervigilancia
  • Posibilidad de adicción
  • Ataques de ira.

4. Alteraciones Somáticas:

  • Trastornos en la alimentación
  • Trastornos del sueño
  • Trastornos digestivos
  • Problemas como tensión muscular, taquicardia, sudoración, dolor de cabeza, tics, temblores, cansancio, etc.

Estas consecuencias antes mencionadas se presentan a corto plazo, sumándole el deterioro de las relaciones sociales, familiares e interpersonales. Las consecuencias a largo plazo que podrían presentarse son:

  • Síndrome de Indefensión aprendida
  • Fenómeno de normalización de la violencia
  • Trastorno por estrés postraumático
  • Repetir y perpetuar conductas violentas aprendidas
  • Atención médica constante
  • Muerte

BIBLIOGRAFÍA

•Corsi, J. (1994). Violencia familiar. México: Paidós.
•Procuraduría General de Justicia. (2005). Seminario de actualización forense. México: documento interno.
•Silva, A. (2003). Conducta antisocial: un enfoque psicológico. México: editorial Pax.
Paola Villaseñor
Terapeuta Cognitivo Conductual
Sepimex