FAMILISMO

Familismo

Como es sabido, el primer domingo de marzo se celebra el Día de la Familia en México. Los festejos son variados, los cuales van desde las reuniones en casa, comidas en restaurantes o salidas a parques a realizar el tradicional pic nic. No importa la manera de festejar tan importante día, sino el tratar de evitar que pase desapercibido y que sea un motivo de reunión que tome mayor fuerza cada vez y así, fomentar en todo momento la unión familiar.

En general, la familia es el núcleo básico de toda sociedad. Están conformadas de varias maneras: papás e hijos, mamá e hijos, papá e hijos, abuelos-tíos-papás e hijos, etc. Sea cual sea la familia que tengas, es importante mencionar que existen variables alrededor de esta estructura social que nos ayudan a comprender la dinámica de las diferentes familias que existen en el mundo, pero, principalmente en nuestro país.

En el caso de SEPIMEX nos importa esta institución, por esta razón es de vital importancia trabajar en conjunto para sacar adelante dicha entidad. Al trabajar con un niño o niña estamos colaborando todos a la vez (papás, niños y terapeuta), con el fin de llegar a la meta: la solución de la situación percibida como problemática en el niño. Tenemos la creencia de que trabajando todos juntos y poniendo de nuestra parte, lograremos ayudar mejor al pequeño y a los papás; es decir, a la FAMILIA.

Una gran parte del trabajo terapéutico es la actualización constante de los psicólogos especialistas en el tema o motivo de consulta. En el caso del tema de la familia, existen diversas investigaciones que nos permiten apoyar de la mejor manera en el proceso terapéutico. Se ha observado que las variables que más impactan en este tema son el apego, la cultura y estilos de crianza. Sin embargo, existen otras que influyen igualmente y que están involucradas con las anteriormente mencionadas, en esta ocasión se hablará del FAMILISMO.

El FAMILISMO se define en términos generales, como el hecho de priorizar a la familia sobre la persona misma, y esto es lo que distingue a la cultura hispana de otros grupos culturales (Santissteban, Muir-Malcom, Mitrani & szapocznik, 2002). Este proceso en el que se enfatiza a la familia ha sido identificado como un proceso clave en los estilos de crianza de los hijos (Bush, Suple & Lash, 2004).

Otros autores ahondan en la caracterización del fenómeno al indicar que se refiere a procurar la seguridad de la familia, el honrar a los padres y ancianos, respetar las tradiciones y procurar una reciprocidad en los favores (Realo, Allik & Vadi, 1997).

El familismo enfatiza la priorización de la familia sobre el individuo, mostrando respeto por los mayores y honrando el nombre de la familia. De manera muy general, el familismo puede reflejar un valor en un sistema colectivista (Schwartz, Montgomery & Briones, 2006). Entendemos por colectivista como un individuo dependiente del grupo, donde se da prioridad a la meta grupal, ajusta sus conductas a las normas primarias del mismo, lo que lleva  a un comportamiento común entre los miembros de dicho grupo (Triandis, 2001).

Se han identificado cuatro componentes del familismo:

  • Honor familiar
  • Respeto por personas mayores en la familia
  • Interdependencia familiar
  • Abnegación de la persona a la familia

Algunos autores indican que el familismo es un valor en sí mismo. Es bien conocido por todos que el promover los valores dentro de la familia es parte importante del buen funcionamiento de esta institución.

Dentro de la cultura mexicana, el familismo juega un papel importante en la formación de los niños, ya que en su gran mayoría, está conformada por individuos colectivistas. Al conocer estas investigaciones podemos sacar provecho y utilizar esta herramienta a favor de nosotros (terapeutas principalmente pero papás también).

Se puede utilizar para dar a conocer los mejores estilos de crianza en los papás, disminuir ansiedad por no pasar tiempo con ellos o dejarlos a cargo de otros miembros de la familia (abuelos, tíos, primos o hermanos mayores), mejorar estilos de comunicación entre los miembros de la familia, establecer límites en la dinámica familiar y en la educación del niño por parte de la pareja, equilibrar tiempos, organizarnos mejor como padres para involucrarnos en la vida de nuestros hijos, apoyarnos de otros miembros de la familia para lograr lo mejor en los niños, etc.

Conocer más acerca de lo que estamos trabajando es una herramienta poderosa para obtener los mejores resultados en el proceso terapéutico. En la actualidad habrá que rescatar los valores dentro de la familia y promover en todo momento de la terapia una comunicación adecuada entre todos los involucrados. En el caso del terapeuta, llegar a una empatía con los miembros de la familia y lograr la motivación necesaria de los mismos.

No festejemos solo un día a la familia, esperemos que el pasar tiempo juntos, los valores, la comunicación, el involucrarse en la vida de los hijos, entre otros, sean cosas que hagamos diariamente. El primer paso es hacer conciencia de los hechos.

Feliz día de la familia!!!!

Publicado por:  Dra. Areli Reséndiz Rodríguez

Terapeuta cognitivo – conductual